Advertencia
Generalmente, los contratos de licencia de uso de programas de ordenador redactados en inglés (“end-user license agreements” o “EULA” por sus siglas en inglés) no incluyen ninguna mención específica sobre el uso para el cual están destinados. Las empresas redactan de forma genérica los contratos de licencia para que puedan cubrir tanto su utilización por parte de particulares como por parte de profesionales (personal and professional use).
Sin embargo, es esencial conocer este detalle porque de ello depende que la traducción resultante deba ser traducción-instrumento (es decir, que el texto traducido se va a utilizar como instrumento jurídico, y por consiguiente debe adaptarse al sistema jurídico de España) o bien traducción-documento (es decir, que el texto resultante va a servir como documento que clarifica la información proporcionada por el EULA en inglés). En función de si la traducción es instrumento o documento el traductor deberá optar por una estrategia global distinta y las elecciones terminológicas serán distintas, por eso en las fichas traductológicas de LAW10n se distingue entre ambas opciones.
Concretamente, en los contratos de licencia, hay tres posibilidades. Si sabes si el contrato está suscrito por una empresa y un consumidor, puedes responder al siguiente cuestionario que te aconsejará el tipo de traducción recomendada por LAW10n.
Acceso al cuestionario
Si no sabes si el contrato está suscrito por una empresa y un consumidor, sigue leyendo para poder deducir cuál de los tres casos es el que corresponde a tu encargo de traducción.
Si la utilización del producto se limita a una finalidad particular, personal o no comercial, la traducción se convierte en el contrato original entre la empresa licenciante y el usuario licenciatario particular, que tiene la consideración de consumidor y, por lo tanto, está protegido por la legislación española y comunitaria en materia de consumo. En este caso, la traducción debe ser instrumento y ello supone que no se pueden utilizar términos que no existen en el derecho español.
Esto ocurre cuando en el texto original se recoge una cláusula más o menos similar a la siguiente:Subject to your agreement to and continuing compliance with this Agreement and the Terms of Service, we hereby grant to you a nonexclusive, nontransferable, revocable, limited right and license to: (i) install the Software solely for your personal, non-commercial use
Es decir, una cláusula en la que la empresa licenciante establece que el derecho de explotación se limita a un entorno privado dado que la explotación empresarial o profesional podría requerir la licencia o cesión de otros derechos (sujeto a regalías adicionales, para el licenciante) o bien porque se trata de un producto protegido por una patente (también frecuentemente sujeto a regalías en casos de usos profesionales). Se trata normalmente de licencias otorgadas para programas de ordenador que son el soporte de juegos, filmaciones, imágenes, música, etc., y que, por su propia naturaleza, pueden incluir componentes cubiertos por una o más patentes.
En la inmensa mayoría de las licencias sobre programas de ordenador, no se distingue si están destinadas a un uso específico como consumidor o profesional, es decir que en el texto no aparece ninguna cláusula que especifique el uso para el cual están destinados.
En este caso, normalmente el licenciatario se señala como usuario final ya que, por la propia naturaleza del programa, este no puede ser objeto de explotación en público. Las empresas suelen limitar el uso (p.e. por volumen de dispositivos autorizados para utilizar un mismo programa) pero el hecho de que el producto sea para consumo personal (una poesía escolar, una lista de la compra, etc.) o profesional (una obra literaria, un contrato, un informe, etc.) no tiene un impacto directo en el clausulado y redactado de la licencia.
Por lo tanto, como los consumidores españoles pueden verse afectados, esta traducción también debería ser considerada instrumento. Sin embargo, esta decisión no la puede adoptar el traductor. Esta traducción debería ser supervisada por un abogado.
Si la utilización del producto se destina a un uso profesional o comercial, entonces la traducción debe ser documento, ya que el texto resultante va a servir como documento que clarifica la información proporcionada por el EULA en inglés, que funcionará como contrato original firmado entre las partes.